Las semillas juegan un papel crucial en nuestra alimentación, ya que son una excelente fuente de ácidos grasos esenciales. Variedades como el sésamo, la chía, el lino, el girasol, la calabaza, la quinoa y el cáñamo son solo algunas de las opciones disponibles, todas con beneficios para nuestra salud. A pesar de sus propiedades nutritivas, es fundamental saber cómo consumirlas de la manera adecuada, siendo recomendable moler algunas de ellas. ¿Sabías esto? En este artículo de Ganivetería Roca te explicamos cómo moler las semillas y por qué es importante hacerlo.
¿Por qué es necesario moler las semillas?
Las semillas contienen ácidos grasos esenciales que nuestro cuerpo no puede producir por sí mismo, por lo que debemos obtenerlos a través de los alimentos. Variedades como la chía, el lino, el sésamo, la quinoa y la calabaza son ricas en ácidos omega-3, los cuales ofrecen múltiples beneficios como mejorar la inmunidad, regular la presión arterial y los niveles de triglicéridos, entre otros. Además, todas las semillas contienen vitaminas E y del grupo B, minerales como magnesio, calcio, hierro y silicio, así como omega-3, cuya absorción se ve potenciada al moler las semillas.
Moler las semillas en el momento de consumirlas evita la oxidación de los ácidos grasos, garantizando la máxima eficacia de sus nutrientes. Algunas semillas, como la chía y el lino, tienen una cáscara dura que dificulta su masticación y digestión, por lo que es imprescindible molerlas para aprovechar al máximo sus beneficios.
¿Cómo se pueden moler las semillas?
Para lograr una consistencia en polvo adecuada, es recomendable utilizar un molinillo específico, como el de madera de la marca alemana AdHoc. Este molinillo cuenta con un mecanismo de molienda PolyCut de alta calidad que permite moler todo tipo de semillas, incluso las oleosas, liberando sus nutrientes de forma precisa. Además, su diseño nos permite moler pequeñas cantidades y añadir las semillas recién molidas a nuestros platos justo antes de consumirlos.
Otra opción para moler algunas semillas, como las de girasol, es utilizar una batidora eléctrica con una cuchilla resistente que garantice una trituración eficaz. Asimismo, el mortero y la maja de cocina son herramientas clásicas que, aunque requieren más esfuerzo, también pueden utilizarse para moler semillas de forma casera.
Una vez las semillas estén molidas, podemos incorporarlas a una amplia variedad de recetas, como ensaladas, platos de verduras, batidos verdes o incluso pudding de chía con frutas. De esta manera, aseguramos una ingesta equilibrada de omega-3, fibra y minerales como el calcio, potenciando así nuestra salud y bienestar.
Experiencia personal
Después de descubrir los beneficios de moler las semillas, decidí incorporar esta práctica a mi rutina diaria. Con la ayuda de un molinillo de alta calidad, he logrado potenciar los nutrientes de las semillas en mis comidas, notando una mejora significativa en mi salud y bienestar general. Ahora disfruto de una dieta más equilibrada y variada, gracias a la versatilidad que me ofrecen las semillas molidas en mis recetas cotidianas.